jueves, 10 de abril de 2014

El sonido desde la "óptica" del cine

Hay quienes han tratado de escuchar con los ojos; o más bien, de mirar con las orejas. Qué han dicho? Qué han hecho? Veamos.

Nos dice Andrei Tarkovski en su libro Esculpir en el tiempo:
"En el fondo yo tiendo a pensar que los sonidos del mundo son tan bellos por sí mismos que si aprendiésemos a escucharlos bien, el cine en realidad no tendría necesidad de la música."

Y David Lynch:
"Las películas son imagen en un 50% y sonido en el otro 50%. A veces el sonido incluso potencia la imagen."

En la historia del cine, si nos concentramos en las innovaciones sonoras, destacan algunos cineastas, como Orson Welles, Jacques Tati, Robert Bresson -defensor de la no utilización de la música no diegética- y Jean-Luc Godard, quien desde los años '80 ha alcanzado una modernidad inigualada en el tratamiento del sonido en el séptimo arte.

Los cineastas Jean-Marie Straub y Danièle Huillet hablan sobre el trabajo del sonido en el cine en una interesantísima entrevista realizada por Enzo Ungari en 1975:
Sobre el sonido, 1.
Sobre el sonido, 2.
Sobre el sonido, 3.
En la línea de lo que estos dicen, pienso que del mismo modo que una parte fundamental de cualquier película es la fotografía (visual) -que se concentra en cómo mostrar la imagen que se ve-, lo que falta por trabajar -o se ha hecho por escasos realizadores como los arriba citados- en el arte cinematográfico es una fotografía sonora que se concentre en el paisaje sonoro y en cómo transmitirlo. La puesta en escena ha de tener en cuenta las 2 variables la visual y la auditiva; un espacio no sólo se ha de pensar pictóricamente, sino también acústicamente; la colocación de los micrófonos es tan importante como la de las cámaras; etc. Los efectos sonoros que se podrían lograr son inmensos así que, como se extrae también de algunas declaraciones de Godard, está claro que el audio no debe subordinarse a la imagen, tal como no sucede al revés.
En este sentido -el cine como conjunción equilibrada de imagen y sonido-, la música podría ser considerada la paralela sonora al cine mudo (el "cine sonoro"), si no fuese porque sólo representa una muy restringida zona del arte sonora.

También como Straub y Huillet, un grupo de profesionales de audio escribieron una carta abierta (traducción) a los directores defendiendo el sonido en directo frente al doblaje, y, además, reivindicando los derechos del departamento de sonido en la realización de las películas a que se lo tenga en cuenta y sea respetado de igual modo que los otros departamentos.

Finalmente no podemos olvidar la pareja australiana formada por Arthur y Corinne Cantrill, quienes han realizado en su cine investigaciones visuales y sonoras de gran interés.
A modo de ejemplos, dos piezas de la banda sonora de su película Harry Hooton, y una de la banda sonora de Island Fuse, compuestas por Arthur:
Otro composición de Arthur Cantrill para otro film del dúo de realizadores:

miércoles, 9 de abril de 2014